Discreta en el agua, donde se muestra translúcida, la Quisquilla de Motril encarna la elegancia de los sabores marinos, con una nitidez y una delicadeza muy superior al resto de crustáceos. Al entrar en contacto con los fogones se ruboriza; adoptando un sutil tono rosado casi tan encantador como el azul de las huevas que transporta en sus pleópodos. Las proteínas que la componen se coagulan a 47ºC. De ahí que comerla casi cruda sea un placer. Su textura, suculenta y grasa, impregna el paladar mientras lo acaricia con su carne salina y gelatinosa de final levemente dulce.
Chef de la Quisquilla es inquietud y amor propio. Un movimiento que surge de la necesidad de potenciar el valor de los productos de la Costa Tropical, sobre todo, de la joya de su corona: la Quisquilla de Motril. Así; con énfasis en su apellido.
A las quisquillas les gusta el pollo y les va el canibalismo?
Las Quisquillas de Motril existen como tal desde 1995? Fue Rocío Jurado, en su boda con Ortega Cano, la primera en llamarlas por su nombre. Pronto, la hostelería más selecta se hizo eco, adoptándolo como nombre comercial para el marisco más exquisito de la Costa Tropical. De hecho, las viejas glorias marineras siguen llamando 'carabinero' a la Miss del Mar.