¿La liamos parda? #RetoChefDeLaQuisquilla

¿La liamos parda? #RetoChefDeLaQuisquilla

¿La liamos parda? #RetoChefDeLaQuisquilla

Basta de trampas y mentiras. Dejad de enmascarar con salsas y «chorritos» de limón los sabores de los productos que NO son frescos y, por supuesto, si no lo son, no los vendáis como tal. Dejad de creeros más listos que el resto y no le echéis más sulfitos a las Quisquillas de Motril para evitar que se os pongan negras. Vamos a ser honestos, por favor. Sinceridad. ¿No os dais cuenta de lo importante que es la confianza? Perder la credibilidad es perderlo todo. Pero luego os quejáis y vais de incomprendidos por la vida, menospreciando el criterio de los comensales que decidieron no volver, tras descubrir que intentabais darles gato por liebre. Tenía que decirse y se dijo.

Ahora, paz y ciencia. Porque resulta que un grupo de científicos chinos y alemanes han inventado un hidrogel  – inspirado en la piel de los camaleones – que actúa como sensor químico y, al entrar en contacto con un marisco: cambia de color y determina si está fresco. Sin duda, malas noticias para los más «pillos». Tenéis los días contados, amigxs 😉 [Si quieres saber más sobre el hidrogel camaleónico, en Ambientum lo explican muy bien. Léelo aquí.]

A ti no te la dan. Sabes que el olfato no falla y reconoces el olor del amoniaco del tirón, ¿verdad?. Huye de eso, siempre. Te digan lo que te digan. En serio, no hay excusa.

Y, ojo: no vayas a pensar que este tipo de prácticas tan poco ortodoxas son de lo más común en la Costa Tropical, porque no es así. La prueba es que el pescado y el marisco de Motril gozan de una excelente reputación más que merecida. Son muchos los pescadores que se dejan la piel en alta mar y cuidan su género como lo harían con un bebé. Se esfuerzan por mantenerlo vivo hasta la lonja, con agua del mar que van renovando constantemente, mimando detalles que te sorprenderían con el único fin de ofrecer un producto realmente excelente. Sin trampa ni cartón.

Malas prácticas

Otros, sin embargo, les echan sulfitos desde que las capturan, para evitar la melanosis, un proceso que las hace ennegrecer muy rápido. [Para saber más sobre ella, Bryan Steven ha realizado un estudio que puedes consultar aquí]. Aunque también lo usan para conservarlas y te dirán que no afecta al sabor y que esa negrura no es sinónimo de deterioro. La cuestión es que los sulfitos, según un informe de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), están vinculados a reacciones alérgicas, sobre todo en asmáticxs, pero también se pueden manifestar mediante urticarias y angioedemas en personas que no tienen por qué padecer ningún tipo de patología previa. [Esta info. es de El País Semanal, la firma Olga Fernández Castro y puedes ampliarla aquí]

Al final, lo único que pretendemos con todo esto es reflexionar un poco y romper una lanza por la honorabilidad de la gastronomía honesta, sea de donde sea, aunque – para qué mentir – nos duele más la nuestra. Hasta el punto de considerarnos activistas. De buen rollo 😉

Una guerra pacífica a la mediocridad que, si todo sale bien, huirá abochornada de la Costa Tropical en busca de otro lugar donde cebarse sin que nadie le pare los pies.

Pescadores, pescaderos, proveedores, hosteleros, ¿la liamos parda?.

Da igual si estás liadx o te consideras antisocial y pasas de involucrarte en un proyecto que requiera un tiempo que no tienes o quieres dedicarle. El reto que te propongo es contigo mismo. ¿Suena un poco mind-fullness? No me lo tengas en cuenta. Se trata de pararte a analizar – con total sinceridad – lo que haces y cómo lo haces. No tienes por qué contárselo a nadie si no quieres. Solo consiste en pensar, ser críticx contigo mismx y tomar medidas para mejorar cosas concretas; pequeños detalles que descubrirás cuando te fijes más y mejor en lo que haces cada día de forma casi mecánica. No te quita tiempo, no te cuesta un céntimo y solo depende de ti. Pero ahora imagina, por un momento, que todos lo hiciéramos. Suena utópico y te prometo que no lo es. Estos exámenes autocríticos garantizan una mejoría notable en cualquiera que sea el producto o servicio que vendas o prestes. Es evidente que, si lo haces, te vas a beneficiar. Y no solo tú, también Motril, su gastronomía, sus vecinos y las visitas.

Dear Foodie

Igual nos lees y no te dedicas a nada relacionado con la gastronomía, aunque te gusta disfrutarla y por eso estás aquí. Perdona, entonces, por las veces que nos venimos arriba y nos centramos en temas – digamos – «más profesionales». Lo último que buscamos es aburrirte. ¿Te gustan los chistes? Cuando el capitán del barco dijo: «¡suban las velas!», los de abajo se quedaron a oscuras. ¡Es malísimo! pero, nos viene al pelo para pedirte ayuda: queremos dejar a oscuras a los de abajo, que son los tramposos. El plan es darle luz a quienes lo hacen bien y demostrar que somos mayoría. Premia a quien se lo curra comprándole el pescado o el marisco, yendo a comer a su restaurante, contándole a todo el mundo lo increíble que es y por qué. Haz la prueba y nos cuentas. ¿Tienes algo que perder? Por cierto, cero presión e intolerancia al chantaje, pero … si supieras la ilusión que nos hace leer tus comentarios, nos escribirías algo cada vez que nos lees. 🙂 Si eres más de redes, usa el hashtag #RetoChefdelaquisquilla y contagia sin pudor tus ganas de vivir y comer cada vez mejor, en la Costa Tropical.

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