Una quisquilla cruda por Carlos Maribona

Una quisquilla cruda por Carlos Maribona

Navegando por la ‘red de redes’ encontramos una breve reseña sobre la Quisquilla, firmada por Carlos Maribona en el XL Semanal del 14 de septiembre de 2020. En ella compara los ‘camarones’ del norte de España con nuestra Miss del Mar. Un duelo que la motrileña más sabrosa gana sin despeinarse. Y nosotros, orgullosos de que se reconozcan sus encantos hasta el infinito y más allá, nos sumamos a su difusión. Degustar una Quisquilla de Motril cruda es un placer que todo el mundo merece experimentar, al menos, una vez en la vida. Somos muy partidarios de los juegos gastronómicos, las catas a ciegas, las adivinanzas culinarias … Por eso, además de los piropos que Maribona dedica a la Reina del Mar de Alborán, aprovechamos la ocasión para animarte a aceptar su propuesta: pruébala en crudo y luego, prúebala con un toque mínimo de plancha. Compara sus sabores, sus texturas y las sensaciones que te produce el hecho de tomarla de una u otra forma. Desde Chef de la Quisquilla, aplaudimos cada pequeño gesto que implique una promoción respetuosa de nuestro crustáceo favorito. Disfruta del texto de Maribona y, si te apetece, comentamos.

«Es el más pequeño de los crustáceos, y a la vez uno de los más exquisitos y también de los más caros. Se captura en todos nuestros mares, pero hay una cierta confusión. En el norte, especialmente en Galicia y Asturias, se conoce como ‘camarón’. En las costas de Andalucía, ‘quisquilla’. El primero tiene un sabor más rotundo y una carne más tersa. La segunda resulta más dulce, sutil y grasa. Tengan el nombre que tengan, son productos excelentes, con precios en consonancia. Hoy, con permiso de nuestros amigos gallegos y del Cantábrico, nos centramos en las quisquillas. Aunque se pescan desde Almería hasta Málaga, las más renombradas son las de Motril. Con razón, porque de allí procedían las mejores que he tomado. Me gusta especialmente su carne grasa y untuosa, que permite incluso comerlas crudas. Hace ya tres lustros comenzaron a servirlas así Paco Martín y Rosa Macías en su bar FM de Granada. Se las envía Espinete, un pescadero motrileño. Y son excepcionales. Les recomiendo que las prueben en crudo y las comparen luego con otras con un toque mínimo de plancha. Pierden entonces algo de su textura grasa, pero ganan en sabor. Sensaciones diferentes con un mismo producto. Comer quisquillas crudas ya va siendo más habitual, pero el mérito corresponde a este matrimonio granadino que ha hecho de su modesto bar una de las grandes barras de producto de España.»

Sobre el autor:

Carlos Maribona es periodista y ha desarrollado toda su carrera profesional en el diario ABC, del que llegó a ser subdirector. En la actualidad, es el crítico gastronómico del diario. Columnista en periódicos regionales de Vocento y en el suplemento XL Semanal. Profesor de la Universidad San Pablo CEU. Dos veces Premio Nacional de Gastronomía: en 2002 a la mejor labor periodística, y en 2016 a la mejor publicación gastronómica on line. Y autor del blog gastronómico ‘Salsa de chiles‘.

Queremos subrayar también la labor de Paco Martín y Rosa Macías, propietarios del Bar FM en Granada. Sin duda, defensores y divulgadores de la Quisquilla de Motril en su mejor versión que además, confían en el saber hacer de Espinete, el pescadero motrileño que se encarga de seleccionar y enviar, cada día (y previa puja), las quisquillas más resultonas de nuestra lonja. Si estás en Granada capital y tienes antojo de Miss del Mar, puedes confiar en FM.

Link de la reseña original: https://www.xlsemanal.com/firmas/20200914/una-quisquilla-cruda.html

Sin Comentarios

Lo sentimos, el formulario de comentarios está cerrado en este momento.

Uso de cookies

Nos obligan a molestarte con la obviedad de que este sitio usa cookies. Más info

aceptar